viernes, 30 de mayo de 2008

Economía

Hong Kong es uno de los grandes centros financieros de Asia, y su economía es muy dependiente del comercio internacional, en especial del comercio entre China y el resto del mundo.

Hong Kong está considerado uno de los lugares con mayor libertad económica del mundo. Esto quiere decir que existe una gran facilidad para establecer empresas en el territorio y para mover dinero de Hong Kong al exterior. Estas facilidades económicas, unidas a la existencia de un sistema legal de origen británico muy escrupuloso en el respeto de la propiedad privada, contrastan con las dificultades burocráticas y la inseguridad jurídica a la que se enfrentan las empresas internacionales en la China continental, y es la razón principal por la que Hong Kong sigue siendo el principal centro financiero de China. Además, las restricciones a las comunicaciones directas entre Taiwán y la República Popular China hacen de Hong Kong el principal punto de contacto entre los dos regímenes chinos enfrentados desde 1949.

La economía se basa fundamentalmente en el sector de servicios, que representa más del 80% de la actividad económica en Hong Kong. Los servicios financieros son una de las áreas principales de actividad económica en el Hong Kong actual. La bolsa de Hong Kong es el segundo mayor mercado de valores de Asia, sólo por detrás de la bolsa de Tokio. A pesar de su pequeño tamaño, Hong Kong ocupa el lugar undécimo en el mundo en volumen de operaciones bancarias.

La economía de Hong Kong se vio muy afectada, a diferencia de la de China continental, por la crisis asiática de 1998. Tras varios años de debilidad económica, la economía ha vuelto a crecer a un ritmo altísimo, de un 8,2%. Esta recuperación económica se ha basado en el fuerte crecimiento de la demanda interna y en un factor novedoso: El crecimiento del turismo chino. Las restricciones a la entrada de chinos del continente en Hong Kong se han suavizado en los últimos años, y esto ha aumentado las visitas de los chinos continentales, para los cuales, hasta hace unos años, era enormemente difícil entrar en el territorio de forma legal.

El producto bruto interno de Hong Kong en el año 2003 alcanzó los 213.000 millones de dólares estadounidenses. Esta cifra tan alta se traduce en una de las rentas per cápita más altas del mundo, superando incluso a la mayoría de los países de Europa Occidental

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