Hong Kong es un claro ejemplo del colonialismo británico. En 1839, los ingleses establecieron en este enclave un pequeño asentamiento destinado al comercio. Los tratados con los chinos beneficiaron el nacimiento de una nueva metrópoli en el Pacífico, muy disputada en la 2ª Guerra Mundial, cuando los japoneses invadieron la isla y se la arrebataron, hasta que en 1945 los británicos consiguieron recuperar su colonia.
La ciudad quedó marcada por elementos como el éxodo desde otras partes de China, la acogida de refugiados vietnamitas y la tensión entre el comunismo de China y el capitalismo británico. En 1997, la isla volvió a manos del gobierno chino de mutuo acuerdo.
Este legado ha convertido a Hong Kong en una curiosa mezcla entre el mundo oriental más tradicional con la moderna cultura occidental
Bandera de Hong Kong
La historia de Hong Kong comprende los hechos históricos que tuvieron lugar en la isla costera que se ubica en el sur de China. Mientras que en la región se realizaron asentamientos cuyos vestigios arqueológicos se remontan a miles de años, recién se cuentan con registros escritos a partir de la China Imperial (Dinastía Qin) y la época de la colonia Británica establecida en el territorio.
Aunque estuvo ocupado desde la era neolítica, el territorio del actual Hong Kong permaneció al margen de los principales acontecimientos acaecidos en la China imperial durante la mayor parte de su historia. No se convertiría en un centro de atención mundial hasta el siglo XIX.
Ocupada por el Reino Unido al final de la Primera Guerra del Opio en 1841, la isla de Hong Kong fue cedida formalmente por China el año siguiente por el tratado de Nanjing. Parte de la adyacente península de Kowloon (al sur de la actual Boundary Street) y la isla de Stonecutters fueron cedidas a Gran Bretaña en 1860 por la Convención de Pekín tras la Segunda Guerra del Opio. La superficie de la colonia aumentó de manera significativa con la incorporación a la misma de los nuevos Territorios (incluidos New Kowloon y la isla de Lantau), arrendados a Gran Bretaña por 99 años desde el 1 de julio de 1898 hasta el 30 de junio de 1997.
Según el acuerdo firmado por la República Popular China y el Reino Unido el 19 de diciembre de 1984, la Declaración Conjunta Sino-británica, el territorio completo de Hong Kong bajo gobierno colonial británico se convirtió en la Región Administrativa Especial de Hong Kong de la República Popular China el 1 de julio de 1997.
En la Declaración Conjunta, China prometió que bajo la política "un país, dos sistemas" propuesta por Deng Xiaoping, el sistema económico socialista en China no se aplicaría en Hong Kong, que mantendría su sistema y estilo de vida capitalistas durante 50 años (hasta 2047). La Ley Básica de Hong Kong acordada en la Declaración Conjunta deja a Hong Kong un alto grado de autonomía en todas las materias, a excepción de las relaciones exteriores y la defensa.
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